Ruben Ricardo Arteaga
Obras en Exposición
Ruben Ricardo Arteaga nace en la ciudad de Buenos Aires, República Argentina. Es agrónomo de profesión, especialista en suelos (edafólogo) y fotointérprete. Su actividad fotográfica más allá de su labor específica con ella, se desarrolla con gran ímpetu y sin escolástica alguna. Esta situación lo encuentra como desnudo en muchos de sus específicos conocimientos, que lo harán para alcanzarlos, un empedernido autodidacta. Abreva y toma en todos los saberes plásticos mirando hasta el hartazgo, lo que en definitiva construirá y conformará lo suyo. Dice que si hay en él algo de sabiduría, ésta se debe ni más ni menos a ese obsesivo "mirar y ver", que lo hizo primero, FOTÓGRAFO y segundo, HOMBRE. ALGUNAS REFLEXIONES QUE INTENTAN DESCRIBIRME, Y POR QUÉ NO EXPLICARME: Como bien lo puntualizara un agudo observador, al tomar fotografías, no quiero muchas veces copiar las cosas como son en si, tal cual la realidad próxima las presenta, ¡ no, no !, a ésta la confronto e interrogo y al hacerlo, bosques encantados, personajes mitológicos, paisajes oníricos irrumpen por doquier. La luz suele deslizarse entre la realidad y la fantasía, es caprichosa e incierta. Cuando incide sobre los distintos materiales, con su paso, se refleja en ellos y proyectan en mi retina, improntas nuevas, irrepetibles. Nacen así como en ensueños: figuras, formas, dibujos, etc.. La búsqueda es obsesiva, las elaboraciones minuciosas e interminables también, siempre, deseando encontrar. Determinar un fuera de contexto y enfatizar, poniendo toda la atención en un objeto, prescindiendo de cualquier valoración cotidiana que se haga de él, implica para mi un verdadero desafío a la imaginación. Al transformar lo mirado reinvento lo que veo y pienso. Recreo soportes fuertemente expresivos con valor propio, haciéndolos de esta manera, enteramente míos. Sé que en derredor y debajo de esa multiplicidad de elementos a los cuales debo visualmente abordar para extraer de ellos el material básico de expresión, subyace "ALGO" que no conozco; como esperando ser aprehendido para luego ser expuesto. En conclusión coincido con lo que sostenía Teilhar de Chardín: "SOLO LO FANTÁSTICO TIENE LA POSIBILIDAD DE SER VERDADERO" He hecho del acto mecánico de fotografiar un ejercicio cotidiano y natural. Mis ojos no solo ven fotográficamente, sino también, piensan de igual forma En el habitual quehacer de escudriñar e indagar dejo que el instinto, no tanto lo cerebral, sean capaces de concebir más allá de cualquier patrón de belleza. Asumiendo la grandiosidad de las pequeñas-grandes cosas, interpreto lo menudo, lo trivial; sin dejarme fascinar por lo espectacular. al respecto E Weston señalaba: " ¿Acaso tiene alguna importancia el tema que se elija para expresar un sentimiento hacia la vida? ". En la búsqueda, por momentos obsesiva, de resolver y revelar lo esencial de las cosas permito jugar un rol fundamental a la casualidad, a lo imprevisto. Una obra, cualquiera sea ella, debe necesariamente provocar una comunión; hablar un lenguaje directo, desde el alma del creador, al corazón del contemplador. Este ejercicio activo y cómplice de descubrir juntos ha sido siempre, mi infatigable anhelo. Acceder al arte es un hecho misterioso y mágico; nos da la posibilidad de realizar un viaje hacia una bellísima aventura humana. Todo objeto "bello" no tiene razón de ser sin la presencia de quien lo busca, desea, descubre y finalmente, disfruta. En síntesis deseo hacer mías las palabras de Jorge Asis cuando nos dice:"..., que para crear, se ha de tener la inocente curiosidad de un niño y la fe inquebrantable de un auténtico artista". Ruben Ricardo Arteaga